¡Que salgan del cascarón!

Cuando estaba inmersa en los preparativos de la boda, una de las cosas que mas me preocupaba  era que mis embarazadas estuvieran bien, y que se encontraran bien para asistir a la boda. Ellas eran dos amigas mías y mi cuñada. De tres estado de gestación distintos pero bastante avanzados las tres.

 No hacían mas que decirme previamente como se sentían, y lo especial que era. Y yo no paraba de pensar en que esos bebes estarían presentes también en nuestro día.

Quería agradecerles a sus mamis el esfuerzo que fue para ellas vivir ese día agobiante de 46 grados de calor, con sus tripotas y sus tobillos hinchados. Pero estaban guapísimas, y a nuestro lado, que mas se puede pedir. 

Un detallito que se nos ocurrió fue hacer estas hueveras personalizadas. Cada una iba con un diseño distinto, y dentro llevaban artículos de bebe: baberos, calcetines, gorritos, chupeteros... cada una del color correspondiente a niña y niño.

Dos de ellos ya tenían nombre, eran María y Alejandro. Sus mamás ya estaban de 6 y 7 meses, por lo que conocían el sexo del bebe. Y como quería que fuera personalizado total, puse los nombres en la caja.

 La tercera no sabía todavía el sexo, así que la hicimos en tonos beige, y no pudimos poner su nombre, no sabíamos que mi preciosa Paola iba en camino dentro de la barriga de su mama.

Y como quiero haceros partícipes del momento, aquí tenéis alguna foto de la entrega, de mis embarazados y sus bebes, que no quisieron perderse el día mas bonito de nuestra vida :)