Yo creo que mi vena creativa se la debo a ella. Cuando era niña me pasaba horas y horas dibujando. Siempre le pedía a ella que me hiciera una cara y yo la rellenaba, o un coche, o lo que fuera, hasta que poco a poco fui tomando el relevo y lo dibujaba yo.
Me acuerdo cuando me regalaron el Alfanova. ¿Os acordáis de esos juegos? a mi me encantaba, y mi madre, lejos de ponerme trabas, lo sacaba y se sentaba conmigo a hacer ceniceros o jarrones de barro.
O cuando me empeñaba en teñir sal. Tenías que coger tizas de colores y pasarlas encima de un puñado de sal, y luego el salón estaba lleno de botecitos con capas de sal de colorines, porque solo aprendí a hacer eso, capas y capas :)
Mi madre me leía cuentos en la cama, y yo como no quería que se fuera cuando me durmiera, me ataba su cinturón de la bata a la muñeca, así cuando se levantaba podía decirle "un poco mas..."
Siempre ha sido mi compañera ideal para irme de tiendas. Soy suuuuper indecisa, así que la única que me soportaba era ella, me argumentaba porque si o porque no debía comprarme la prenda, pero con razones buenas, de las que yo necesitaba, no servía el "tienes muchas".
Hoy en día sigue siendo mi mejor amiga, porque sé, que pase lo que pase, ella siempre está ahí, y las risas que nos echamos juntas no las cambio por nada.
Así que ella no podía quedarse sin su lámina. Pero había un problema, mi madre es una fiel seguidora del blog, así que no he podido publicarla hasta hoy, que ya se la he dado.
Aquí la tenéis, ¿os gusta?
¡Feliz día a todas las madres!
a las vuestras, y a vosotras que acabáis de serlo, pronto vuestros niños/as os sorprenderán con dibujitos y manualidades solo para vosotras, y se os caerá la baba...
Muy emotivo el post!, además compartiendo madre, me ha llegado al alma! jeje.
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